Las amenazas son cada vez más sofisticadas
Es por ello que las organizaciones deben velar primeramente por la vida humana, después, por los activos críticos de la misma y de los clientes (ISO 27001). La mayoría de los ataques se producen mediante la obtención de contraseñas que suelen ser obtenidas de manera ilegal mediante unos de los eslabones más débiles de la cadena de seguridad: el usuario final.