Como sabemos existen dos términos financieros: CAPEX (gastos de Capital) y OPEX (gastos de operaciones), de estos dos modelos se habla mucho en foros de transformación digital y renovación tecnológica.
En el caso de Capex se asume que un activo se deprecia contable-financieramente, por tanto, se genera un perjuicio en la rentabilidad de las organizaciones, y por otro lado los esfuerzos a seguir usando Tecnología que queda rezagada.
En cambio, OPEX, el activo se elimina y por tanto se paga por el uso de la Tecnología y no por la propiedad del bien.
Los gastos de operación pueden ser usados en su totalidad en el mismo ciclo contable, mientras que los costos de capital los bienes se deprecian parcialmente por lo tanto sólo puedes usar un porciento de dicho costo en dicho ejercicio contable por tanto tienes que esperar hacer el mismo procedimiento año tras año hasta completar el total de la depreciación del activo en cuestión.
Lo anterior nos habla que posiblemente tienes un equipo y para justificar su nueva compra o actualización, el área contable te pedirá que se deprecie en su totalidad, siendo poco práctico, ya que se puede dar pie a un falta de productividad, a un mal servicio y se abriría una brecha de vulnerabilidades ya que el equipo sería más propenso a un ciberataque por no tener una renovación constante.
OPEX supone al contrario que pagamos una cuota mensual por el bien que adquirimos. Esa cuota se puede dividir en una cuota mensual que pagamos al proveedor del bien. Adicional de que una consultoría de TI externa, puede ayudar a la organización a obtener una transición más eficaz y con menos problemas que los que se obtendrían de confiar sólo en la experiencia interna.
Adicionando que la propiedad de equipos trae una matriz de servicios y responsabilidades legales que en muchos casos o no tomamos en cuenta, y la mayoría de estos detalles corren por cuenta del Proveedor de Servicios.
Pero ojo, OPEX no solo significa pagar un monto mensual y esperar que todo marche de maravilla. En un marco de servicios existen también responsabilidades de ambos lados, tanto del proveedor de servicios como del cliente, por tanto, hay que tener una lista detallada de compromisos para no perderlos de vista y no repetir escenarios que se buscan erradicar.
Como conclusión, al NO utilizar capital de trabajo, se genera un impacto positivo en los estados financieros de la empresa debido a que: no se afecta al inventario, al endeudamiento y no existe una obsolescencia tecnológica y los gastos se vuelven lineales.