El espacio bancario minorista altamente competitivo se encuentra en medio de una disrupción. Una banca minorista, también conocida como banca de consumo, es la prestación de servicios por un banco al público en general, en lugar de a las empresas, corporaciones u otros bancos, que a menudo se describen como banca mayorista. Las macrotendencias son claras: el aumento de las capacidades, los servicios y las aplicaciones de la banca móvil que se mueven cada vez más a la nube, los emergente «Bancos Fintech» y las alternativas de pago a los bancos de marca tradicionales. Todos estos están impulsando cambios rápidos y significativos en la industria. Al mismo tiempo, las duras realidades económicas que se han mantenido por décadas con menos tasas de interés bajas, el potencial de crecimiento limitado de los servicios bancarios y el desuso de cheques convencionales) significan que las marcas bancarias tradicionales deben actuar en múltiples frentes para mantenerse relevantes y rentables.

En el futuro, estas tendencias están remodelando las prioridades comerciales, poniendo un énfasis urgente en la infraestructura de TI en general y la infraestructura de red en particular. Garantizar el rendimiento y la agilidad de la red confiable, la seguridad digital y la capacidad de iterar rápidamente nuevos productos y servicios nunca ha sido crucial para el negocio. Para lograr estos objetivos, los bancos deben aprovechar las numerosas ventajas de la computación en la nube. Sin embargo, en la medida en que los bancos establecidos han adoptado la nube, ha sido principalmente a través de su presencia de cara al cliente: aplicaciones móviles y la capacidad de respaldar transacciones de forma remota. Donde los bancos minoristas se han quedado rezagados en muchas otras industrias, es en aprovechar las oportunidades de la nube para optimizar las operaciones, reducir los costos y abrir oportunidades para usar datos para crear mejores experiencias para los clientes

Un efecto inevitable de la revolución móvil / digital es que los bancos están reevaluando el papel de la sucursal, una macrotendencia en sí misma. Para citar una estadística del Bank of America: la compañía cerró más de 1.700 sucursales entre 2008 y 2018, una caída del 28%.  ¿Desaparecerá la sucursal por completo? No, simplemente hay demasiadas razones para mantener una presencia física donde pueden ocurrir reuniones cara a cara: cierre de transacciones inmobiliarias, cajas de seguridad, entrega de efectivo para minoristas locales, etc. Una reinvención o modernización de la sucursal sin embargo, está muy en marcha; Santander, por ejemplo, está transformando sus sucursales en cafés bancarios.

Lo que también está claro es que las sucursales que queden deberán integrarse más estrechamente en la infraestructura en la nube de los bancos. Las sucursales han confiado durante mucho tiempo en las redes VPN y MPLS convencionales, y todas las interacciones de la red y la nube dependen de los servicios de red centrales, incluidos DNS, DHCP e IPAM, conocidos colectivamente como DDI. Sin embargo, este tipo de infraestructura de red no puede proporcionar la confiabilidad sólida como una roca y el acceso a la nube sin problemas necesarios para la banca digital / móvil a gran escala. En el futuro, los bancos deberán actualizar la infraestructura de red que sustenta sus sucursales. Específicamente, esto requerirá que los bancos aumenten la conectividad de la red con tecnologías SD-WAN que permitan a las sucursales conectarse directamente a Internet. Igualmente,La adopción de DDI basada en la nube que conecta a los usuarios con el punto de entrada más cercano en la nube será necesaria para optimizar la experiencia del usuario y los flujos de trabajo.

Las preguntas sobre cómo los bancos eligen manejar la DDI cobran tanta importancia porque, de manera crucial, las sucursales deben tener la capacidad de implementar soluciones de redes que brinden la flexibilidad de implementar a través de tecnologías de nube virtualizadas. La gestión de los servicios DDI se puede realizar localmente en el sítio con hardware y administración dedicados, o se puede gestionar en el centro de datos del corporativo. Para los grandes bancos regionales o nacionales que mantienen cientos o miles de sucursales, la gestión de DDI requiere una inversión sustancial en infraestructura y recursos de TI. Las opciones para DDI han sido durante mucho tiempo: administrarlo localmente con servidores de hardware y administradores dedicados en las instalaciones, o bien,  administrarlo de forma remota en el centro de datos de la sede. Hoy en día, muchos bancos adoptan un enfoque mixto, con centros de operaciones de sucursales más grandes que utilizan infraestructura de DDI local dedicada y sucursales locales más pequeñas que dependen de DDI en el centro de datos.

La forma en que este último enfoque funciona con la configuración de red tradicional de concentradores y radios es que el hardware DDI se implementa dentro del centro de datos Corporativo, y el tráfico de las sucursales se devuelve a ese centro de datos. Sin embargo, esta metodología agrega latencia y degrada la experiencia del usuario, especialmente cuando los usuarios de las sucursales dependen en gran medida de aplicaciones SaaS como Salesforce, Office 365 o Google Suite. El backhauling puede evitar que los bancos tengan que instalar y mantener equipos de DDI dedicados avanzados y costosos en las sucursales, pero la compensación en el rendimiento puede volverse insostenible.